Hoy, lunes 23 de abril 2012, con mucho
entusiasmo, alegría y fuerza, luego de tomar un pequeño desayuno en la Cafetería
Galaicos, comienzo a caminar, con lluvia para variar, desde O Pedrouzo, son las
9 a.m. y la temperatura a 8ºC.
Quien comenzó desde Roncesvalles, ha estado
caminando casi un mes, la verdad es que los admiro, veo peregrinos caminando,
muchos de ellos se le ve cansados, algunos con lesiones, pero eso si, todos
contentos con animo y espíritu para llegar a la gran cita en la Catedral y
abrazar al Apóstol Santiago, según la tradición y esperar la Misa del Peregrino
a los que llegan antes del mediodía.
Salí de O Pedrouzo por un camino de tierra entre
eucaliptos vía a la primera población San Antón, en donde pude observar algunos
hórreos, continúa hasta el río Amenal en donde los robles y eucaliptos formando
un bosque, camino en medio nos acompañaran hasta la aldea de Cimadevilla
creando un espacio con sabor de un camino medieval que de pronto desaparece
para encontrarnos con un largo ascenso que nos llevará hasta el final de la
pista del aeropuerto de Lavacolla y la autovía que lo conecta, allí me encontré
con una muchacha de nacionalidad China que estaba haciendo el camino y hablando
con ella me dijo que trabajaba en una Empresa Española en Shangai y que desde
que se enteró del Camino de Santiago meses atrás, se propuso que tenía que
recorrerlo, aunque fuese una parte y hoy estaba logrando su cometido, me decía
que estaba impresionada, que sin haberlo terminado, ya estaba pensando en
hacerlo completo y que buscaría la oportunidad de poder tomarse un mes de
vacaciones. También tuve la oportunidad ese día de terminar de recorrer el
Camino en compañía de dos peregrinas norteamericanas que comenzaron el camino
desde Astorga, eran personas mayores y habían viajado desde Portland, Oregón,
USA. Almorzamos en San Paio y luego cruzamos el río Lavacolla, donde los
peregrinos de la antigüedad, lavaban sus ropas y sus cuerpos, para presentarse
lo mejor posible, ante la figura del Apóstol Santiago, de allí se inicia la
última subida del Camina, la que nos llevará al Monte do Gozo, antesala a la
ciudad de Santiago de Compostela y su Catedral.
Comenzamos el descenso para entrar a la Ciudad
Santa, cruzando los barrios de San Lorenzo y Concheiros, en donde antiguamente habían
puestos que vendían las vieras que acreditaban a los peregrinos que habían
completado su peregrinación. Seguimos caminando hasta entrar a la ciudad
amurallada, por la Puerta del Camino, todavía habría que recorrer casi una hora
por el callejón de las ánimas, plaza de Cervantes, Vía Sacra, calle de
Azabachería, plaza de Las Platerías y llegar a la Plaza del Obradoiro, en donde
por fin vamos a encontrarnos con la majestuosa obra barroca que es la Catedral
de Santiago. Fueron 19,9 kilómetros, aunque mi gps me indicó 24. La lluvia nos
acompañó casi todo el tiempo pero era tanto los deseos de llegar y la emoción,
que la ignorabas aunque si la sentías.
Aunque desde hace muchos años conocía la Catedral
de Santiago, no es lo mismo verla como turista que sentirla como Peregrino, ese
día sentí y la vi distinta, una sensación de como que tu formas parte de ella,
el hecho de completar tu peregrinación te da un sentimiento de alegría, así
como de haber podido cumplir con la meta propuesta, pero en verdad el
sentimiento no se puede describir, hay que sentirlo y vivirlo.
Camisa regalo de Pancho |
Llegada a Santiago de Compostela |
Primer día en Villafranca del Bierzo |
Ultreya, Peregrino hasta un próximo Camino.
FINISTERRE |
He quedado en volver en un futuro cercano, a recorrerlo nuevamente en mas de una oportunidad, espero hacerlo en compañía de mis nietos, así como de cualquier persona que quiera acompañarnos, ya la semilla está sembrada en ellos, la cosecha vendrá en su oportunidad y cuando el Apóstol Santiago así lo quiera.